Gracias a nuestra colaboración con Ruralka hemos podido conocer Logroño y este Hotel – Bodega, llamado Finca Los Arandinos.
Hotel «Finca los Arandinos»
Lo primero que te llama la atención nada más llegar al Hotel “Finca Los Arandinos”, es la salvaje mezcla de lo antiguo con la decoración más vanguardista. Lo añejo de toda la vida, con lo último en arquitectura y decoración. Ese abrazo entre el ayer y el mañana, choca y lo hace de una forma bellísima.
Nuestra habitación, está diseñada por el genio David Delfín. Un diseño atrevido, con una habitación literalmente “desplegable”. Para acceder al lavabo o a la ducha, primero has de abrir unas cuantas puertas que simulan ser un armario, y en dos segundos y en formato “Pop up” aparecen una ducha, un lavabo y un armario correrizo de la nada. El diseño en si es una “masterclass” sobre como aprovechar hasta el último milímetro de espacio. Hay que destacar la amplitud y comodidad de la cama y las bonitas vistas que nos ofrecía la terraza de los viñedos.
Nos esperaba una botella de vino y dos copas. No somos unos entendidos de la materia, pero estaba exquisito. Tuvimos el placer de ver la bodega desde dentro, entender de dónde viene el vino y conocer el proceso de fabricación. El olor a barrica, los toneles, las botellas de vino… la esencia de La Rioja en un hotel – bodega bajo un inmenso cielo rodeado de naturaleza y viñedos. El otoño hizo de las suyas y nos regaló preciosas estampas de mil colores. El contraste de los viñedos de uva blanca con los de uva roja era precioso.
Recomendamos pasear por los viñedos que están alrededor de la finca, es allí donde entiendes el origen de la ilusión de los propietarios del Hotel por el vino, por hacer algo diferente, por dar un paso adelante manteniendo los pies en sus raices.
El hotel, además de la bodega, dispone de circuito de Spa, donde puedes hacer un recorrido por las diferentes saunas y terminar en una bonita piscina – Jacuzzi, dejando atrás el estrés y el cansancio.
El desayuno es completísimo, con alimentos de la tierra y vistas a los jardines del recinto. Un buen lugar para coger energías hasta que pongas el primer pie en la calle Laurel. Allí te va a entrar el hambre seguro. El ambiente invita a comer y a ir de pinchos.
Desde la finca, estás cerca del centro de Logroño y de Laguardia, precioso pueblo medieval, calificado como uno de los pueblos más bonitos de España. Ademas de muchos otros lugares que que puedes descubrir en La Rioja.
Volvimos con ganas de adentrarnos más en la cultura del vino, con un recuerdo imborrable del otoño haciendo estragos con los colores sobre los viñedos y con una sensación de desconexión total del día a día en la ciudad.
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